martes, 15 de febrero de 2011

Route 66 - Day 1 - Chicago

Dicen que el ser humano es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra, pero nosotros estábamos dispuestos a romper esa regla. Tras recordar la nefasta experiencia vivida el primer día de nuestro anterior viaje esta vez teníamos bastante claro que debíamos dormir como fuese. Antes, durante y después de las 18 horas que duraba la tediosa parte del "traslado".

Que el avión no tuviera ninguna tele ayudó mucho en este menester. Además, una tripulación muy maja hizo que el vuelo pasase relativamente rápido.

Tan solo el aterrizaje rompió esta tónica. 
-Maldita sea! Estas turbulencias van a acabar nosotros!


Tras sobrevolar los preciosos grandes lagos y una vez ya adentrados en tierras americanas Dani y yo nos sentíamos como en casa mientras Roger flipaba con cada mínimo detalle que encontraba.

Un pareja española, que al parecer venían mucho a Chicago, nos ayudó un poco a movernos por el metro que nos llevaría al Downtown de la ciudad.

Nos bajamos en la primera para del 'Loop' que es como un circulo de líneas de metro que circunvalan unas cuantas manzanas del centro de la ciudad. Es curioso como esas misma líneas pasan a escasos metros de las ventanas de las casas ya que este pasa por encima de la calles. Muy americano!

La primera impresión al salir del metro fue sorprendente. El aire olía a sal y metal.
La calle estaba totalmente cubierta por una enorme estructura metálica decrépita y oxidada por la que circulaba el estruendoso metro, mientras que el suelo estaba cubierto de montículos de nieve, reductos de la tormenta monstruosa que asoló la ciudad hace ya más de una semana pero de la que aun siguen presentes sus efectos.


Nos dejamos guiar por un amable señor que nos hizo dar mil y una vueltas para llegar a nuestro hotel, el cual al final se encontraba a tan solo a 3 calles de la salida del metro! :@ La ira llenaba mis venas, pero al abrir la puerta de nuestra habitación situada en la planta 17 los tres explotamos en júbilo.
Dos camas de matrimonio, una cocina el doble de grande que la de mi casa, una barra americana, gran lavabo, una habitación para planchar, múltiples armarios, y una cristalera que nos ofrecía una increíble vista del Chicago River y del downtown de la ciudad! BRUTAL!

Aquí nos surgió la duda. Estábamos reventados y nuestros maltrechos cuerpos nos pedían a gritos acostarnos ya, pero no podíamos dejar ir las pocas horas que teníamos para visitar la ciudad no? Así que decidimos ir a cenar algo y que ya nos acostaríamos luego.

Según el libro-guía de la Ruta 66 que nos acompañará durante todo el viaje, Giordano’s pizza era uno de los 3 restaurantes más recomendados de la ciudad.
- Oíd chicos, creo que me estoy mareando de nuevo como el año pasado, eh!
- Nos pedimos la grande no!?
- Porque hemos venido a cenar cuando podríamos estar durmiendo?
- Habéis sentido como un terremoto?
- Definitivamente creo que la mediana es mejor opción.

Conversaciones inconexas en las que cada uno solo atendía a sus propias palabras inundaban una mesa ocupada por 3 zombies que llevaban sólo 4 horas de sueño… de las últimas 40.

Una bofetada de realidad llegó cuando la amable camarera postró la pizza en la mesa y los ojos se nos inyectaron en sangre.

NUNCA EN LA VIDA veréis una pizza como esta.

Su tamaño era como el de una pizza mediana, pero su forma es como la de una tarta de manzana de 3 dedos de grosor. Una capa de masa cubierta por peperoni, bacon y aceitunas negras, rellena por 2 centímetros y medio de mozzarella y posteriormente cubierta por una capa de tomate y especias.


En efecto, tal y como estáis pensando. Una pizza al revés. Con el queso debajo y el tomate arriba. American fucking way of doing pizzas!

Nos sentimos como unos auténticos moñas europeos al ver que solo fuimos capaces de comernos 2 trozos cada uno (yo solo puede comerme una!) mientras que en la mesa de al lado ocupada por un jovencita pareja de adolescentes enamorados se comieron una entera ellos solitos.
Cuando una chica que ocupa un tercio de nuestro volumen corporal es capaz de comer el doble que tú, descubres porqué los Europeos se dedican a la moda y las artes y no pueden comprar escopetas ni matar osos en los parques naturales.

Al final nos dieron las diez de la noche y luchando contra unos ardores que harían palidecer las aventuras de Dante regresamos a la habitación. Una vez en el hotel unos tapones de los oídos salvaron mi vida y me permitiron dormir y desconectar de la explosión de ronquidos que allí se había desatado a los pocos minutos. Por suerte, esta vez, no comencé a hablar sólo durante la noche y a vivir un secuestro en primera persona. De haberlo hecho y mezclado con la jauría de ronquidos que allí se escuchaban, el espectáculo hubiese sido dantesco!


Al día siguiente un rayo de sol entraba por la ventana y nacía un nuevo día mientras Dani llevaba ya un par de horas trabajando delante del ordenador.

Desayuno continental, donuts, panecillos rellenos, salchichas con tortilla, mantequilla de cacahuete, zumos, café aguado y una máquina de gofres. Así se despiertan los habitantes de Chicago. Hell Yeah!

Nos damos una ducha rápida y salimos a por el coche en el que pasaremos más horas de las que dormiremos en este país.
De camino a las oficinas de Alamo caminamos por una ciudad fascinante. Edificios enormes, calles nevadas, rincones que pasaban de lo más lujoso a lo mas decadente. Una mezcla de lo antiguo y lo nuevo donde a la gente le encanta ir hablando sola por la calle.
Las vistas son increíbles a cada esquina, y no nos podemos cansar de hacer fotos a todo. Estas calles han vivido las aventuras de John McClaine y eso se nota en el ambiente!

Una vez en Alamo se nos hace el culillo Cacaolat:
- Lo siento chicos, no tenemos disponible el coche pactado.

La no tan amable chica que nos atendía nos hundió en los infiernos pero rápidamente nos ofreció otra opción “similar”. Un KIA Sportage más moderno que el que habíamos reservado y que ha resultado ser una bendita maravilla.

Enorme, cómodo, tanque, potente, con mp3, bluetooth, dos entradas para cargar el teléfono, USB para conectar los Iphone, ordenador de a bordo..
Casi lloro de la emoción al pensar en las de horas que voy a conducir este coche! :’D


Inciso de Dani y Roger: Intentaremos que sean muchas ya que con que uno pringue de los tres es suficiente. Y nosotros, artistas de corazón bohemio, preferimos perder el tiempo fotografiando colibrís mientras depositamos nuestra vida en las manos del Monster Driver.

Más contentos que unas castañuelas fuimos a dar un par de vueltas por la ciudad para que me habituara de nuevo al estilo de conducción americano sin marchas, con semáforos en el otro lado de los cruces y pudiendo girar la calle con los semáforos en rojo. 
Por fin ya me siento como en casa!

 -Ei tíos, este pavo no os suena?
- No es el actor aquel de comedias?
- OMG! Es Vince Vaughn!
- Chicos, ese tío se follaba a Jeniffer Aninston..
- Sí, correcto. Pero eso era antes de que la tía lo dejase por gilipollas.
- Ah… pues sí, es verdad, si que anda como un gilipollas sí…

Así de cruda fue la conversación que tuvimos al ver pasar en el paso de peatones delante nuestro a nuestra primera celebrity americana!
El año pasado fue Frodo. Mantenemos el nivel… o no.

Nuestros estómagos rugían como leones, así que decidimos ir al segundo punto marcado en nuestra guía.
Si su cartel reza: “Selected nº1 breakfast & lunch restaurant in America” no puede ser malo!


Y efectivamente no lo fue. Unos espaguetis a la boloñesa con albóndigas, una hamburguesa con queso azul y unos BLT sándwiches nos dejaron increíblemente satisfechos. Ensalada con salsa ranch y panecillos con mantequilla acompañaron los manjares.

Algo está claro desde el día uno. Dentro de 3 semanas no vamos a volver con el mismo peso con el salíamos de Barcelona.

Inciso de Dani: Algunos hemos preferido intentar llevar una dieta equilibrada mezclando ensaladas, pasta, pollo y zumos. Otros se han lanzado como auténticas hienas sobre el cadáver de Mufasa y comen hamburguesa y carne roja hasta para desayunar. Y Roger… bueno, Roger es otra cosa diferente. El tío ya es más americano que los americanos y cada día desayuna salchichas, tortitas, cereales, zumos, bacon frito, madalenas…

Un café en el Starbucks para conectarnos 5 minutillos a su Wifi, hablar con nuestros seres queridos, y a por la haba metálica más grande del mundo.
Esta está ubicada en Milleniun Park, un parque enorme que contine una especie de anfiteatro y un recinto especialmente diseñado para albergar conciertos al aire libre.

Un lugar guapísimo todo cubierto de nieve en el que Roger no pudo resistirse a satisfacer una de las ilusiones de su vida. Hacer la silueta de un ángel en la nieve. Algo que todo niño americano ha hecho alguna vez en su vida pero que Roger lo utilizó como ceremonia de iniciación al espíritu yankee.


A escasos metros del anfiteatro encontramos EL haba. Algo que a priori nos parecía una chorrada enorme a visitar se acabó transformando en una verdadera sorpresa. Una pieza metálica de varias toneladas de peso totalmente lisa y sin junturas que reflejaba de una manera muy especial todo lo que la rodeaba.

Lo más parecido que tenemos nosotros a eso son los cristales de la entrada del Maremagnum donde todo el mundo se ha hecho una foto. Bendita mierda de comparación! xDD


Tras infinidad de fotos de nuestros reflejos en el metal pasamos al siguiente nivel y el segundo sueño cumplido de Roger.

Patinar en una pista de hielo pública y abierta en medio de un parque.

Inciso de Dani: Para este momento Roger ya nos había amenazado de muerte si no íbamos a patinar.

Yo tampoco podía resistirme a vivir esa tan americana experiencia, y así acabamos Roger y yo, patinando de noche, con una banda sonora increíble, bajo las luces del skyline de la ciudad, rodeados por completo de nieve en el día de San Valentín y parejas disfrutando del contacto físico que ofrecen estas situaciones. Dani se encargaba de grabarnos.

Este entorno estaba especialmente diseñado para ser el sueño humedo de cualquier mujer. Todo era increíblemente romántico. A nuestros ojos este lugar pasó a ser llamado ‘El picadero definitivo’ o en inglés, The Extreme Picader.


Mientras yo danzaba grácilmente por la nieve como un cervatillo, Roger era la viva imagen de un robot desengrasado al que se le acaban las pilas.

Tenemos videos que atestiguan esta información y las caídas que se sucedieron, pero que no sabemos si estos llegarán enteros a Barcelona ya que Roger incomprensiblemente se empeña en destruirlos.

Impregnados de amor, fuimos a comprar un pen USB para tener internet mientras cruzamos todos los desiertos de Estados Unidos o descansamos en demacrados moteles de carretera.

Eran las 8 de la noche y ya se nos estaba haciendo tarde para cenar. Aquí  nos vemos obligados a despertarnos, comer y cenar a unas horas que en España escandalizarían a cualquiera que viviera fuera de un convento de clausura o se guiara por la luz del sol.
Imaginaos lo que esto supone para Dani y para mí que somos animales totalmente nocturnos!

El recepcionista de nuestro hotel, con cara de felicidad y esperando en la futura comisión que se llevaría nos recomendó un lugar con aire irlandés donde cenamos tal cantidad de comida que no pudimos acabar.

De nuevo nos sentimos como unas niñas perdidas en el bosque tras ser golpeados por una realidad abrumadora. Mientras en España mis amigos me llaman el coche escoba porque me como las sobras de sus platos, aquí no soy capaz de acabarme la mitad del mío!

Ensalada de pollo y lechuga para Dani, Sandwitch Montecristo para Rafa y una auténtica hamburguesa de carne de Bisonte para Roger. Una hamburguesa de 250 gramos acompañada de cebolla, un kilo de patatas y queso azul en cantidades industriales. Aquello no podía ser bueno.

Malditos Europeos... somos unos moñas.


Y así aconteció nuestro primer día. Con la vergüenza sobre nuestros hombros y el incesante sonido de las sirenas de ambulancias y bomberos que periódicamente van sonando por la ciudad, regresamos a casa. Un día en el que tocamos el cielo y del que estamos seguros no volveremos a dormir o pasear por un lugar tan agradable hasta nuestra llegada a Las Vegas.

Hemos empezado a lo grande y este viaje promete.

Mañana partiremos hacia St Louis, pero seremos capaces de mantener los horarios y rutas que planeamos?

Parece complicado visto lo visto, pero maldita sea, nadie nos quitará la esperanza.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Soy una yonki de tu blog U_U xD

Tío, entre videojuego y videojuego... dedícate a escribir, en serio!!